¿Para qué existe la Iglesia del Señor? ¿Para qué la dejó el Señor en el mundo? Estas preguntas hallan su respuesta en la Biblia, en las palabras mismas del Salvador del mundo, nuestro Señor Jesús. En Mateo 28:19-20 encontramos las palabras del buen Salvador: "Por tanto, id, y doctrinad á todos los Gentiles, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo: Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado: y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén". Ëse es el propósito central de la iglesia: "Yendo, hacer discípulos a todos los Gentiles". Ha dejado la iglesia para ser Su voz en esta tierra, su mensajera, y el "Baluarte de la Verdad".
La iglesia de Cristo debe estar completamente separada del mundo, viviendo para el Señor, confiando en Su Palabra y predicando el Evangelio. La iglesia es "testiga de Jesucristo" (Hch. 1:8), y principal portavoz del Evangelio Eterno. En Hechos se refleja que los Apóstoles comprendieron el mensaje y lo pusieron en práctica.
En Mateo encontramos tres participios: "yendo", "bautizándolos", "enseñándoles". Son participios que demuestran una acción continua, imperecedera.